Nando, como se le conocía comúnmente, desde niño fue alegre, servicial, cariñoso, buen hermano y amigo; demostró inquietud y curiosidad por la música, componía versos, le gustaba leer y escribir. En su adolescencia tomó más interés por hacer rimar sus versos, lo cual lo hacía sin mucho esfuerzo ya que fluían con espontaneidad.

Hernando Marín Lacouture nació en el Tablazo, corregimiento de San Juan del Cesar, un primero de septiembre de 1945. Realizó sus estudios primarios en la escuela de su pueblo donde cursó hasta tercer año de primaria y fue el mayor de 12 hermanos. En la década de los 70 es cuando conoce a Luis Alberto Gutiérrez, la persona que le enseño a tocar guitarra. En esos tiempos ya él había compuesto varios temas: "Las Tablaceras", "La Burra de Sajaud", entre otras; en las que se caracterizaba su estilo costumbrista y humorístico. En 1975 conoce a Orlando Cuello, quien le dio el puesto de administrador de sus cultivos de algodón. En aquel tiempo Orlando lo definió como un muchacho muy inquieto y buen trabajador, pero que tenía un gran problema: se volvía loco con la guitarra.

A Hernando Marín comenzaron a conocerlo como compositor cuando participó en el Festival del Fique en La Junta (Guajira), donde ganó con el tema "Vallenato y Guajiro". En este festival se conoce con Sergio Moya Molina por medio del cual consigue que le graben sus dos primeras canciones: "Vallenato y Guajiro", y "Lo que Siento", de esta manera conforma su primer grupo al lado de Sergio y el gran Máximo Móvil conformando de esta forma el Trío de Oro.

Por su inteligencia y nobleza demostrada le fue concedido el diploma de bachiller Honoris Causa en el Colegio Loperena de Valledupar.

El incontenible manantial de canciones que puso a flote este gran artista son y seguirán siendo conocidas y recordadas nacionalmente. Canciones como "La Creciente", "Lluvia de Verano", "Los Maestros", "La Ley del Embudo" y "Canta Conmigo", esta última himno vallenato a la paz, escribieron páginas gloriosas del folclor gracias al talento de Hernando Marín.

Hernando murió en un accidente de tránsito el 5 de septiembre de 1999 y fue sepultado en el Cementerio Central de Valledupar (Cesar). Dejó grabados 235 temas y otros tantos aún inéditos. Su interpretación, su maestría en la guitarra, sus chistes y sus parrandas serán inolvidables. Paz en la tumba del Gran Hernando Marín.